Es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de alguien o de algo.
Es una visión de la actividad propia de la institución educativa,
que integra el respeto por los valores éticos, las personas, la comunidad y el
medio ambiente en el contexto de sus operaciones diarias (educar) y en la toma
de decisiones estratégicas (dirigir).
Educar niños responsables es una tarea a largo plazo,
que requiere dedicación tanto de padres como de los profesores.
Para fomentar el sentido de la responsabilidad en los niños es
recomendable empezar formándoles poco a poco en el compromiso, intentando que
desde pequeños los niños se encarguen, dentro de sus posibilidades, de recoger
su habitación, de poner la mesa, de organizar su mochila o su armario.
La responsabilidad como valor social está ligada al
compromiso. Garantiza el cumplimiento de los
compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las
personas. Toda responsabilidad está estrechamente unida a la
obligación y al deber. Ambos conceptos constituyen la materia prima de la
responsabilidad.
Ser responsable en el sentido global de la palabra
significa:
1. Responsabilidad hacia uno mismo
Soy responsable de hacer realidad mis deseos, de mis elecciones y mis actos, de
mi felicidad personal, de elegir los valores según los cuales vivo y de elevar
el grado de mi autoestima.
2. Responsabilidad hacia las tareas a desarrollar
Soy responsable del modo en que distribuyo mi tiempo y realizo mis deberes y
trabajos pendientes tanto en la escuela como en casa.
3. Responsabilidad en el consumo
Soy responsable de mis gastos, de cuidar mis cosas. Ademas ,vigilo si no he dejado luces encendidas antes de salir
de casa y valoro todo lo que gano de mis padres.
4. Responsabilidad hacia la sociedad
Soy responsable de mi conducta con otras personas: compañeros de trabajo,
familia, amigos y de comunicarme correctamente con los demás. Intento colaborar
en lo que sea posible.
Las habilidades que conforman la responsabilidad
Compromiso:
Se trata de que los niños y
niñas sepan asumir y cumplir obligaciones, siempre adaptadas a su edad
cronológica y/o capacidad.
Perseverancia:
Consiste en saber persistir
en las metas y planes que se hacen. Es educar para que los compromisos que se
asumen, lleguen a término.
Toma de Decisiones:
El tomar una
determinada decisión implica indudablemente asumir una responsabilidad para
afrontar las consecuencias de dicha decisión.
Autonomía:
Es importante ofrecer ir
otorgando autonomía a nuestros hijos, pues es la clave de la responsabilidad
Seguridad:
Sólo si conseguimos que
desarrollen seguridad en sí mismos, conseguiremos que asuman responsabilidades
sin necesidad de depender de otras personas.
Auto exigencia:
Parte de la responsabilidad
es saber avanzar y crecer en nuestras metas y proyectos, conociendo nuestro
potencial a la vez que nuestras limitaciones.
La responsabilidad conlleva, en cierta forma, ser
autosuficiente y saber defenderse. Estas son dotes propias de poder personal
que, según Gloria Marsellach Umbert en su artículo "La autoestima en niños
y adolescentes", significa tener seguridad y confianza en uno mismo y
para ello es necesario ser responsable además de saber elegir, llegar a
conocerse a uno mismo y adquirir y utilizar el poder en las propias relaciones
y en la vida.
Para un niño es normal tener cierto temor a los límites,
temor que desaparece conforme el niño va comprobando que límites y
consecuencias se integran en un sistema coherente. Padres y educadores pueden
contribuir a conformar el sentido de los límites de diferentes maneras:
▪ Sabiendo claramente ellos mismos lo que
esperan de los niños.
▪ Exponiendo sus expectativas de manera que los niños las entiendan,
incluyendo la asignación de responsabilidad acerca de tareas y deberes.
▪ Averiguando si el niño entiende estas expectativas, bien haciéndolas
repetir o bien guiándole mientras las cumple.
▪ Estableciendo claramente los límites de tiempo razonables para realizar
tareas o debes escolares, sin ambigüedades.
▪ Explicando al niño las consecuencias de no hacer las cosas. Estas
consecuencias deben aplicarse coherentemente, sin sentimientos de culpabilidad
o remordimientos y sin hacer sufrir al niño. La coherencia es más importante
que la severidad.
▪ Redactando y colocando un cartel con todas las reglas y las
obligaciones, de modo que no pueda alegarse como excusa "el olvido"
▪ Participando padres y madres (cuando sea posible) en la explicación de
las reglas al niño. Así sabrá que ambos las apoyan y mantienen.
▪ Consiguiendo que todos los niños de la familia o de la clase tengan
responsabilidades equiparables, con los ajustes necesarios en función de su
edad y de sus habilidades particulares.
Para fomentar la responsabilidad hay que trabajar diversas habilidades como la perseverancia, la asunción de tareas, el pensamiento crítico, la capacidad para tomar decisiones, la motivación o la organización del propio tiempo. Para ello:
1. Dale cierta independencia en el día a día: La responsabilidad está muy relacionada con la autonomía y con la capacidad de desenvolverse por uno mismo. Por ejemplo, dar una pequeña asignación de fin de semana y dejar que el propio niño la administre es una buena manera de que comprenda cuánto valen las cosas o descubra las ventajas de ahorrar.
2. Deja que decida: Hay muchos ámbitos en los que puedes ir animando a tus hijos a que elijan, aunque sea con tu ayuda y supervisión: la ropa que llevan, los libros que leen, los juegos que más les gustan o las actividades extraescolares que prefieren practicar. Y, siempre que sea posible, deja que asuma las consecuencias de sus decisiones, sean acertadas o erróneas.
3. Asígnale tareas en casa: Ocuparse de recoger sus juguetes y ordenar su cuarto, preparar los libros para el colegio cada mañana, hacer la cama o lavarse las manos antes de comer y los dientes después pueden ser actividades de las que tenga que responsabilizarse por sí mismo, sin necesidad de que debas recordárselo. De este modo aprenderá además a organizar su tiempo para cumplir con sus obligaciones y disfrutar del resto de la jornada. Aquí puedes ver las tareas adecuadas para cada edad y algunos consejos para conseguir que las realicen o colaboren en ellas.
4. Sé un ejemplo: Es importante que tu hijo aprenda lo que implica la responsabilidad de forma práctica, por observación e imitación. Por eso resulta fundamental que como padre des ejemplo y asumas tus propias responsabilidades y le expliques a tu hijo por qué lo haces así.
5. Ayúdale a pensar por sí mismo: En vez de decirle directamente qué tiene que hacer, fomenta su pensamiento lógico y su capacidad de solucionar problemas o situaciones difíciles mediante el razonamiento. Para enseñar a tu hijo a ser responsable debes hacerle ver las ventajas de la responsabilidad y animarle a que comprenda que de ese modo conseguirá el resultado que se propone. En último término, se trata de que el niño actúe de forma correcta y sea responsable porque quiere serlo, no porque se le ordene.
6. Reconoce sus logros: Mantente firme si no cumple sus obligaciones y ayúdale cuando se equivoque o flaquee, pero no olvides apreciar sus méritos. De este modo le harás ver lo que ha conseguido gracias a su compromiso y su actitud responsable.
VENTAJAS DE LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad afecta de manera muy positiva a la construcción de la propia identidad, la autoestima, la autonomía y la independencia. El niño se siente útil porque aporta su esfuerzo y sus habilidades en el ámbito familiar, y lo mismo sucede en el centro escolar. Además, la responsabilidad es clave para conseguir que tu hijo se convierta en un buen estudiante, ya que le ayudará a que se esfuerce y trabaje por la mera satisfacción personal, para aprender y porque sabe que es su deber, no porque le obligues a ello.
-El mayor día de tu vida y la mía es cuando tomamos responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos.-John C. Maxwell.
La responsabilidad... se debe aplicar hasta en lo mínimo, como dice una frase: "El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho", si somos responsables en las tareas mínimas, podremos lograr proyectos grandes... debemos practicar la responsabilidad.
La responsabilidad... se debe aplicar hasta en lo mínimo, como dice una frase: "El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho", si somos responsables en las tareas mínimas, podremos lograr proyectos grandes... debemos practicar la responsabilidad.
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